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17 sept 2023

Observaciones del cielo desde Marcahuasi

En la noche del 22 y la madrugada del 23 de julio de 2023 en un campamento en Marcahuasi hice las primeras fotos de la Vía Láctea con mi cámara Canon RP con un lente de gran angular. Antes no había podido hacerlo a pesar de haber probado, sin éxito, algunos lugares en la costa fuera de Lima. La nubosidad es excesiva, incluso en verano, además de la alta contaminación lumínica.

Campamento en Marcahuasi

Fuente: archivo personal

Sin embargo, esta vez el cielo que encontré en Marcahuasi fue muy apropiado para observar: la Luna menguante desapareció antes de las 19:30 horas, el cielo totalmente despejado y casi cero de contaminación lumínica. Solo en el horizonte S, SE y SO hubo elevaciones, pero esto no representó mucha incomodidad para la observación.

Durante la noche del 22 las constelaciones Crux, Centaurus, Scorpius y Sagittarius brillaban en lo alto del cielo, por lo que la Vía Láctea estuvo en todo su esplendor desde las 20:00 horas, así que fue un momento para hacer astrofotografía sin telescopio. En la siguiente foto he marcado la constelación de Scorpius como referencia y los objetos Messier capturados con la cámara. La cruz roja marca el centro de nuestra galaxia, muy cerca de M6. Como la Vía Láctea es una galaxia espiral, la parte luminosa pertenece a lo que se conoce como el Brazo de Sagitario y el Brazo de Centauro.

Vía Láctea

Fuente: archivo personal

La anterior fotografía fue tomada con 30 segundos de exposición en una abertura de f/2.8 y con un ISO 1600. Es impresionante que salgan algunos objetos de espacio profundo que no se ven a simple vista.

Por las 23:00 horas se pudo ver Saturno, que siempre es agradable echarle una mirada por el telescopio, el que había alineado más temprano cuando le hice unas fotos a la Luna menguante y a Venus en fase. Marte andaba por ahí pero no alcancé a observarlo por el telescopio. Más tarde pude fotografiar a Júpiter con sus satélites.

Luna, Venus y Júpiter

Fuente: archivo personal

Mas tarde, en la madrugada del día 23 el cielo giró, ya se veían la Nube Mayor y la Nube Menor de Magallanes hacia el sur, las que no vi desde mi campamento en Pisco Elqui en Chile en los años 90. Estas son dos galaxias enanas que se pueden ver a simple vista y son parte del Grupo Local, al que pertenece también la Vía Láctea. Estas galaxias se encuentran en las constelaciones Dorado y Tucana, al sur de la estrella Canopus (α Carinae). Los parámetros de la foto siguiente son los mismos que de la anterior.

Nubes de Magallanes

Fuente: archivo personal

Asimismo, en la parte norte del cielo se vio la parte menos brillante de la Vía Láctea, que es un brazo de la galaxia llamado Brazo de Perseo, y desde la Tierra, que se encuentra en otro llamado Brazo Orion–Cygnus, se le vio al fondo de las constelaciones de Lacerta, Cassiopeia y Perseus. Hacia el sur de estas constelaciones pude ver la galaxia Andrómeda (M 31) en la constelación del mismo nombre. En Perseus pude ver los cúmulos abiertos dobles (NGC 869 y NGC 884) y al E observé las Pleiades y a Júpiter. En la foto siguiente, que tiene los mismos parámetros de las fotos anteriores, he marcado las constelaciones de Cassiopeia (abajo) y Andromeda (arriba) como referencia.

Galaxia Andrómeda

Fuente: archivo personal

Casi al amanecer, pude ver la luz zodiacal, que es un efecto producido por la luz solar que ilumina el polvo estelar que dejan los cometas al acercarse al Sol. Tiene forma de cono con la punta hacia arriba en la eclíptica. En la siguiente foto, tomada a las 4:10 horas, la luz zodiacal parte desde el horizonte hacia la posición de Júpiter. Dentro del cono se pueden ver a las Pleiades y a las Hyades en la constelación Taurus.

Luz zodiacal

Fuente: archivo personal

Al día siguiente, en la mañana antes de guardar el telescopio, me puse a tomar algunas fotos del Sol. Lo que me llamó la atención fue la cantidad de manchas que tenía, conté hasta 12, lo que implica la gran actividad solar.

Manchas solares

Fuente: archivo personal

El portachuelo de Marcahuasi, que se encuentra a 4050 msnm, es un buen lugar para la observación astronómica. Tiene facilidad de campamento, está lo suficientemente lejos para evitar la contaminación lumínica y tiene seguridad. La temperatura en julio bordeaba los 2º C en la noche. El acceso desde Lima es complicado, sin embargo, vale la pena. Seguiré buscando un lugar similar, pero con mejor acceso.